La gota es una enfermedad producida por una acumulación de cristales de sales de urato (ácido úrico) en distintas partes del cuerpo, sobre todo en las articulaciones, tejidos blandos y riñones. El ataque agudo de gota típico consiste en una artritis que causa intenso dolor y enrojecimiento de inicio nocturno en la articulación metatarsofalángica del dedo gordo del pie. La gota es uno de los tipos de artritis por microcristales.
El factor fundamental que causa la gota es la hiperuricemia (elevación de los niveles de ácido úrico en sangre). Los dos motivos principales por los que son demasiado altos los niveles de ácido úrico en sangre son el aumento de su producción por el organismo y la disminución de su eliminación por el riñón. Los estilos de vida poco saludables, la obesidad, la ingesta excesiva de alcohol o alimentos ricos en purinas, como las carnes rojas, vísceras, pescado azul o mariscos, actúan como desencadenante de las crisis gotosa, pero no son la causa de la enfermedad que esta condicionada por factores de origen genético en la mayor parte de los casos.
El factor fundamental que causa la gota es la hiperuricemia (elevación de los niveles de ácido úrico en sangre). Los dos motivos principales por los que son demasiado altos los niveles de ácido úrico en sangre son el aumento de su producción por el organismo y la disminución de su eliminación por el riñón. Los estilos de vida poco saludables, la obesidad, la ingesta excesiva de alcohol o alimentos ricos en purinas, como las carnes rojas, vísceras, pescado azul o mariscos, actúan como desencadenante de las crisis gotosa, pero no son la causa de la enfermedad que esta condicionada por factores de origen genético en la mayor parte de los casos.
HISTORIA:
La enfermedad es conocida desde la antigüedad, teniéndose constancia de diferentes personajes históricos que la presentaron. Se menciona en textos del Antiguo Egipto, como el Papiro de Ebers, donde se afirma que afecta al dedo gordo del pie y se menciona el empleo del colcichum para su curación.
El gran médico griego Hipócrates (Cos, c. 460 a. C. - Tesalia c. 370 a. C.), la citó en sus escritos y realizó algunas afirmaciones en sus celebres aforismos que continúan siendo válidas en la actualidad, como la afectación predominantemente en varones después de alcanzar la pubertad.
Galeno (Pérgamo, Grecia, 130 - † Roma, 200), describió los tofos gotosos y manifestó la importancia de la dieta en la aparición del mal. Mucho después en el siglo XVII, el médico inglés Thomas Sydenham (1624, Wynford Eagle (Condado de Dorset) - † 1689, Londres) realizó un detallado estudio de los síntomas de la enfermedad que pormenorizo por escrito en sus obras con gran exactitud. En el siglo XVIII se aisló el ácido úrico por el químico de origen sueco Carl Wilhelm Scheele, y poco después en 1797 el químico y físico William Hyde Wollaston comprobó su presencia en los tofos de un paciente afectado, demostrando de esta forma que el ácido úrico era la sustancia causante de la afección.
Galeno (Pérgamo, Grecia, 130 - † Roma, 200), describió los tofos gotosos y manifestó la importancia de la dieta en la aparición del mal. Mucho después en el siglo XVII, el médico inglés Thomas Sydenham (1624, Wynford Eagle (Condado de Dorset) - † 1689, Londres) realizó un detallado estudio de los síntomas de la enfermedad que pormenorizo por escrito en sus obras con gran exactitud. En el siglo XVIII se aisló el ácido úrico por el químico de origen sueco Carl Wilhelm Scheele, y poco después en 1797 el químico y físico William Hyde Wollaston comprobó su presencia en los tofos de un paciente afectado, demostrando de esta forma que el ácido úrico era la sustancia causante de la afección.
En 1848, el médico Alfred Baring Garrod (1819-1907) ideó un test de uso práctico para comprobar los niveles de ácido úrico en la sangre de los enfermos, lo que supuso un avance muy importante para facilitar un exacto diagnóstico, diferenciando claramente el trastorno de otros tipos de artritis. Otra aportación muy importante fue la de Hermann Emil Fischer que en 1898 demostró que el ácido úrico proviene del catabolismo de las purinas de los ácidos nucleicos, recibiendo por sus investigaciones en este campo el Premio Nobel de química en el año 1902.
SÍNTOMAS DE GOTA:
Los ataques se presentan de forma repentina y se caracterizan por crisis de dolor intenso que van en aumento previa hinchazón de la articulación. La gota afecta principalmente a la primera metatarso-falángica del pie (la base del dedo gordo). Durante este proceso, que recibe el nombre de podagra, la piel circundante se enrojece y el paciente siente calor en la zona afectada, además de un dolor agudo e intenso al tacto.
También pueden verse afectadas otras articulaciones del pie, como las del empeine o los tobillos, y, con menor frecuencia, las rodillas, las muñecas e incluso las orejas y otros tejidos periféricos más fríos, puesto que las bajas temperaturas ayudan a la cristalización de los uratos. En algunos casos, pueden inflamarse las bolsas sinoviales o los tendones, causando bursitis y tenosinovitis, respectivamente.
Otras manifestaciones que pueden ser consideradas como signos son la fiebre, los escalofríos o la taquicardia.
Los primeros ataques suelen afectar a una única articulación y no se prolongan demasiado. Sin embargo, si el paciente no se somete a un tratamiento el trastorno puede extenderse a varias articulaciones y propiciar la aparición de tofos, así como de fuertes cólicos nefríticos.
También pueden verse afectadas otras articulaciones del pie, como las del empeine o los tobillos, y, con menor frecuencia, las rodillas, las muñecas e incluso las orejas y otros tejidos periféricos más fríos, puesto que las bajas temperaturas ayudan a la cristalización de los uratos. En algunos casos, pueden inflamarse las bolsas sinoviales o los tendones, causando bursitis y tenosinovitis, respectivamente.
Otras manifestaciones que pueden ser consideradas como signos son la fiebre, los escalofríos o la taquicardia.
Los primeros ataques suelen afectar a una única articulación y no se prolongan demasiado. Sin embargo, si el paciente no se somete a un tratamiento el trastorno puede extenderse a varias articulaciones y propiciar la aparición de tofos, así como de fuertes cólicos nefríticos.
Prevención:
La concentración de ácido úrico en sangre es el principal factor de riesgo para la aparición de gota y está condicionado por su producción por el organismo y la eliminación por el riñón. El umbral de ácido úrico para los ataques de gota es de aproximadamente 6,7 mg/dl. Por encima de este umbral se pueden formar cristales. Para evitar la gota, se aconseja mantener los niveles de ácido úrico en sangre por debajo de 6 mg/dl. El promedio de nivel de ácido úrico en los varones es de 5 mg/dl. Una dieta baja en purinas reduce los niveles séricos de ácido úrico, a menos que estos niveles sean causados por otras condiciones de salud.
Las principales fuentes de purinas son el ADN y el ARN, a través de sus bases adenina y guanina. Algunos alimentos como las carnes rojas, mariscos y pescado azul son ricos en purinas.
Las personas que padecen gota deben restringir su consumo. Alimentos que deben restringirse: Carnes, principalmente carnes rojas y carnes de caza como jabalí, venado, liebre y conejo. Pescados, principalmente sardinas, anchoas, atún, caviar y huevas de pescado. Vísceras, incluyendo mollejas, riñones, hígado y cerebro. Mariscos, gambas, cangrejos, cigalas, mejillones, etc. Alcohol. El alcohol es un factor determinante en el incremento de ácido úrico a nivel plasmático y en los tejidos periféricos ya que favorece la producción de urato monosódico e induce a una deficiente excreción de ácido úrico. Esto se aplica especialmente a la cerveza.
Las personas que padecen gota deben restringir su consumo. Alimentos que deben restringirse: Carnes, principalmente carnes rojas y carnes de caza como jabalí, venado, liebre y conejo. Pescados, principalmente sardinas, anchoas, atún, caviar y huevas de pescado. Vísceras, incluyendo mollejas, riñones, hígado y cerebro. Mariscos, gambas, cangrejos, cigalas, mejillones, etc. Alcohol. El alcohol es un factor determinante en el incremento de ácido úrico a nivel plasmático y en los tejidos periféricos ya que favorece la producción de urato monosódico e induce a una deficiente excreción de ácido úrico. Esto se aplica especialmente a la cerveza.
Tratamiento:
- Fármacos antiinflamatorios no esteroideos.Son los medicamentos más empleados para el tratamiento de la crisis aguda de gota y su eficacia ha quedado demostrado en diferentes ensayos clínicos, pueden administrarse por vía oral y son también útiles para el alivio del dolor. No se aconseja sin embargo la utilización de aspirina.
- Colchicina.Es un medicamento muy utilizado para el tratamiento de la crisis aguda y es especialmente útil si se administra precozmente. Tiene sin embargo el inconveniente de una vida media muy corta y debe evitarse si existe diarrea, insuficiencia hepática o insuficiencia renal. También se emplea a bajas dosis, de entre 0.5 y 1 mg diarios, como medicación preventiva.
- Fármacos hipouricemiantes.Tienen la propiedad de reducir los niveles de ácido úrico en sangre, por lo que facilitan la desaturación y la disolución de los depósitos de esta sustancia que se forman en los tejidos. El medicamento más empleado de este grupo terapéutico es el alopurinol que actúa mediante la inhibición de la enzima xantina oxidasa y se administra a una dosis comprendida entre 100 y 300 mg diarios. Una alternativa es el febuxostat que salío al mercado en el año 2009 y posee el mismo mecanismo de acción.
- Uricosúricos.Son medicamentos que aumentan la expulsión de ácido úrico por la orina. El más empleado es el probenecid.
Cuadro clínico:
No debe confundirse gota con hiperuricemia. La hiperuricemia es la elevación del nivel de ácido úrico en sangre; la mayor parte de personas que presentan cifras de ácido úrico moderadamente elevadas no tiene episodios de gota; en cambio aparece en el 49% de los individuos con niveles muy altos, superiores a los 9 mg por decilitro. En algunas ocasiones existen episodios de gota con niveles de ácido úrico en sangre normal.
La gota presenta tres fases:
- Ataque agudo de gota.Puede producirse en cualquier articulación, pero en más del 50% de los casos afecta a la articulación metatarsofalángica del dedo gordo del pie, denominándose podagra. También es frecuente en el dorso del pie, rodillas, tobillos y hombros. Provoca inflamación de la articulación y es muy dolorosa. El dolor es de inicio brusco, alcanzando su máxima intensidad en el primer o segundo día, desapareciendo progresivamente en dos o tres días, aunque en los casos graves puede persister parcialmente la sintomatología durante varias semanas. Generalmente el primer ataque afecta únicamente a una articulación, pero en ataques sucesivos se suelen afectar varias, la mayor parte de los pacientes sufren un segundo ataque en un plazo menor a dos años a partir del primero.
- Gota intercrítica.Recibe este nombre el periodo que existe entre 2 fases de gota aguda y durante el cual el paciente no tiene síntomas. Esta fase puede durar meses o años dependiendo de la evolución de la enfermedad y de que el individuo afectado realice el tratamiento adecuado. Gota tofacea crónica. Después de una largo evolución de la enfermedad se forman los tofos gotáceos que consisten en nódulos indoloros situados debajo de la piel, a veces de gran tamaño, en los que lentamente se deposita el ácido úrico y aumentan de tamaño progresivamente si los niveles de ácido úrico en sangre permanecen elevados; por contra tienden a desaparecer poco a poco cuando la enfermedad está bien controlada. Observados al microscopio se caracterizan por un acúmulo de cristales de urato rodeados de una intensa reacción inflamatoria, formada a su vez por macrófagos, células gigantes y linfocitos.
Enfermedad renal:
Los paciente con hiperuricemia y/o gota pueden presentar diversos tipos de enfermedad renal:
- Litiasis úrica.
Consiste en la formación de cálculos en las vías urinaria compuestos por ácido úrico, los cuales provocan intenso dolor y obstrucción del flujo urinario. De todos los cálculos renales únicamente entre el 5% y el 10% están compuestos por ácido úrico. - Nefropatía aguda por ácido úrico.Se produce generalmente en pacientes con cáncer que reciben tratamientos que provocan la muerte simultanea de numerosas células que componen el tumor, provocando la liberación de gran cantidad de purinas a la sangre. La sobresaturación de ácido úrico en la orina ocasiona la formación de múltiples cristales que obstruyen los túbulos renales y provocan una reacción inflamatoria que conduce a una insuficiencia renal aguda.
- Nefropatía por urato.Actualmente se encuentra en discusión el papel de esta entidad, que clásicamente se ha descrito como enfermedad renal provocada por el deposito de ácido úrico en el espacio intersticial del riñón. Por otra parte la insuficiencia renal por si misma provoca elevación de ácido úrico y además la gota se asocia frecuentemente con hipertensión arterial y diabetes, trastornos que afectan a la función renal.
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